Hoy, 8 de marzo, hemos celebrado el Día de la Mujer. En clase, hemos trabajado la poesía "La princesa caballera" y hemos confeccionado una flor para regalar a alguna mujer que sea importante para nosotros.
La princesa caballera
La princesa Mariquilla
está hasta la coronilla
de esperar, de enero a enero,
a un príncipe azul soltero.
Ser princesa no le agrada,
pero que nada de nada.
Es aburrido hacer solo
lo que diga el protocolo.
Que no puede la infeliz
ni rascarse la nariz.
Por supuesto, bostezar
está fuera de lugar.
Siempre ha de hacer lo que toca
y eso sin abrir la boca.
Las princesas, calladitas
están mucho más bonitas.
Hay que darse pisto y tono
─¡caray!, qué duro está el trono─
y tocar el clavicordio.
¡Ser princesa es un incordio!
¡Cuánto fastidia ya ves,
llevar traje hasta los pies!
Se te enreda en los zapatos
y tropiezas todo el rato.
Debes llevar joyas finas.
Jamás decir lo que opinas
y adornar, muy elegante,
cualquier festejo importante.
Mariquilla tiene un sueño
que persigue con empeño:
"Seré caballera andante
junto a mi fiel Rocinante".
Se echa toda la realeza
las manos a la cabeza.
¡¿Caballero una mujer?!
¡Absurdo! ¡No puede ser!
Mas Mariquilla se emperra.
Sale a recorrer la sierra
un día del mes de mayo
con armadura y caballo.
Acude rauda al rescate
del príncipe Cucufate
─preso del dragón Basilio─
que grita pidiendo auxilio.
También salva en un segundo
al rey Palmiro II,
al que ayer la bruja Rita
transformó en patata frita.
Socorre ─y en un pispás─
al gigante Nicolás.
Desde marzo una perdiz
anidaba en su nariz.
Y después echa una mano
al caballero Emiliano,
que Iba a hacer una proeza
y se fue al mar de cabeza.
Lo consigue ─es sorprendente─
todo pacíficamente.
No hay en Poniente o Levante
mejor caballera andante.
Hasta su padre, el rey Tor
admira su gran labor
y un día que cae a un hoyo
le pide ayuda y apoyo.
Mariquilla está radiante
porque es caballera andante
y desde que canta el gallo
sale al mundo en su caballo.
Aquí tenéis unas fotos de cómo han quedado nuestras flores: